El 99% de la gente huye de estas preguntas... pero el 1% que se atreve a responderlas, transforma su vida
Cuando me di cuenta de que la mayoría de la gente vive sin cuestionarse nada, entendí por qué pocos alcanzan la verdadera transformación.
Nos han enseñado a huir de la incomodidad. Nos han programado para evitar el dolor de la introspección profunda, porque confrontar la verdad es demasiado pesado.
Pero aquí está la realidad: Si no te atreves a mirarte en el espejo con brutal honestidad, jamás cambiarás.
Por eso, quiero compartir contigo el examen de conciencia extremo que me ha permitido reestructurar mi vida desde la raíz.
7 PREGUNTAS PARA UNA REFLEXIÓN RADICAL
Estas preguntas no son cómodas. No son suaves. Son confrontaciones directas con tu esencia.
1. ¿Qué me falta para la impasibilidad absoluta?
Impasibilidad es la capacidad de no reaccionar emocionalmente ante nada. En mi caso, descubrí que lo único que me faltaba era confiar plenamente en Jesús. Si todo está en sus manos, ¿por qué debería alterarme por algo?
Lo que debes hacer:
- Haz un inventario de tus miedos y pregúntate: ¿Realmente estoy confiando o estoy queriendo controlarlo todo?
2. ¿Qué me falta para la imperturbabilidad total?
Imperturbabilidad significa que nada ni nadie puede sacarte de tu centro. La clave para lograrlo es mirar con ojos de amor al insensato.
Lo que debes hacer:
- En lugar de frustrarte con la ignorancia de los demás, pregúntate cómo puedes responder desde el amor.
3. ¿Quién soy realmente?
Soy hijo de Dios. Ya soy salvo. Ya soy amado. Lo más difícil ya está hecho.
Lo que debes hacer:
- Deja de buscar validación externa. No necesitas demostrar nada.
4. ¿Cuáles son mis obligaciones?
- Proveer.
- Ser congruente.
- Glorificar a Dios.
- Predicar esperanza, no condenación.
Lo que debes hacer:
- Pregúntate cada día: ¿Estoy cumpliendo con lo que de verdad importa?
5. ¿Cuándo me aparté de la serenidad?
Cada vez que dejé de priorizar a Dios.
Lo que debes hacer:
- Revisa tu día. ¿Dónde perdiste el foco?
6. ¿Hice algo poco amistoso, insociable o ingrato?
Sí. Me jacté. Me creí indispensable. Cobré por necesidad y no por servicio.
Lo que debes hacer:
- No vendas desde la escasez. Opera desde la seguridad de que Dios provee.
7. ¿Qué no llevé a cabo de lo necesario?
No publiqué, no escribí, no entrené, no oré, no me discipliné.
Lo que debes hacer:
- Reconéctate con tu rutina. No porque sea una carga, sino porque es el reflejo de tu compromiso con tu grandeza.
AHORA, TOMA ACCIÓN
Si esta reflexión te resonó, entonces no te quedes aquí. Mira el video donde te explico este proceso en detalle.
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La verdad está dentro de ti. Solo necesitas hacerte las preguntas correctas.
Carlos Medina
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Si tienes una necesidad emocional es porque tienes un vacío espiritual.
Carlos Medina
